jueves 05, diciembre 2019
El Banco Agropecuario proyecta otorgar préstamos por S/512 millones en el 2024. Para eso, apuesta a cobrar los créditos desembolsados a empresas hasta el 2018, que hoy suponen alrededor de S/400 millones.
Tras un 2018 de incertidumbre sobre su devenir, el Banco Agropecuario (Agrobanco) se ha trazado un plan estratégico para retomar y acelerar los desembolsos de no más de 15 UIT (S/63 mil) en agricultores cuyas ventas no superen las 100 UIT (S/420 mil).
En efecto, este fue el target que estableció el Ejecutivo mediante la Ley 30893 de fortalecimiento de la entidad que hoy concentra alrededor del 60% de su cartera morosa en unas cincuenta empresas. Se trata de préstamos que aún están en su mayoría en proceso de cobranza judicial. El resto de la deuda está vinculada al sector cafetalero. Transferida en diciembre último al Fondo Agroperú, Agrobanco —como su administrador— comenzaría a cobrarlas en el 2023, cuando se vence el período de gracia del que gozan. ¿Cuál es el plan de fondo? Entrevistamos a la economista Lorena Masías, quien en julio último asumió la presidencia del directorio del banco.
— ¿Cuál ha sido el desempeño de Agrobanco este año?
Desde el último año el banco está concentrado en prestar al agricultor agropecuario que no tenga más de 100 en ventas anuales, con préstamos de no más de 15 UIT. Dentro de este ámbito de acción, el banco ha prestado 11.820 créditos por S/84 millones entre enero y octubre pasados. Es un 35% más en número de créditos respecto al mismo período el año pasado. Del total, el 29% van para el sector pecuario y el resto (71%) para el sector agrícola. Entre los principales cultivos financiados tenemos arroz, papá, maíz, palto, cacao, mango y caña de azúcar. Se han dado en Lambayeque, Piura, Cajamarca, Áncash y Huánuco. La distribución (por regiones) toma en cuenta el Plan Nacional de Cultivos del Ministerio de Agricultura (Minagri) en base a la demanda de los agricultores.
— ¿Cuál es el estado de la deuda no minorista (empresas)? ¿En qué estado está su cobranza?
La cartera de Agrobanco tiene un saldo de deuda de S/865 millones, de los cuales S/554 millones corresponden a la cartera no minorista (agricultores medianos). De estos, el 96% es cartera de alto riesgo. Ha habido repagos, pero nos queda la cartera dura. La mayor parte está en cobranza judicial (entre 454 y 504 millones) y proceso concursal (entre 50 millones y 100 millones). Estamos haciendo seguimiento a estos créditos.
— En el 2018, Agrobanco reveló que al menos 52 grandes empresas tenían alrededor del 60% de la deuda del banco. ¿Cuántos clientes no minoristas han saldado su deuda?
Tengo la data para los 35 principales clientes. Se desembolsó S/565 millones hasta antes del 2017 y a octubre del 2019 estos clientes han realizado pagos por la suma de S/272 millones. De estos, S/177 millones corresponden a capital y S/95 millones a intereses. Son 8 clientes que ya han saldado sus cuentas y 1 está por pagar.
— Declaró a El Peruano que el pago se venía ejecutando de manera lenta. ¿A qué se debe dicho ritmo de pago?
Cuando uno entra a procesos de cobranza judicial, la cobranza no es tan rápida. Pero que se va a hacer la cobranza, se va a hacer. Dentro de las proyecciones que tenemos estamos estimando que para el 2021 ya debemos de tener ejecutada en buena cuenta la cobranza a no minoristas.
— ¿En qué medida?
Para el 2020 y el 2021 estamos estimando que debemos estar cobrando S/250 millones adicionales, entre un 50% y 60% del total que se debe. Es un monto cercano a los S/400 millones que aún está pendiente de cobro. La mayor parte debemos estar cobrándola en el 2021. Los procesos judiciales van madurando y se van obteniendo resultados.
— ¿Qué impacto tiene esta lentitud en su plan estratégico de colocación de créditos a pequeños productores?
Hemos trabajado un plan de colocaciones. En el 2018 el programa de desembolsos fue pequeño comparado a lo que había tenido (el banco en el pasado) en parte por la inestabilidad del banco. Se detuvo de manera temporal el desembolso de créditos. (El desembolso) ha ido creciendo mientras se fortalecen los procesos internos y de cobranza del banco. En base a este fortalecimiento de créditos en curso y las recuperaciones que estamos consiguiendo, tenemos un programa de desembolsos que para el 2019 es de S/121 millones que va a ir incrementándose hasta alcanzar S/512 millones en el 2024. Las recuperaciones van a financiar el programa de desembolsos para los siguientes cinco años.
— ¿Se apoyan solo en esta estrategia?
Este programa de desembolso va a generar ingresos, de tal manera que el banco pueda volver a tener utilidades hacia fines del próximo año. Con este programa de desembolsos —con las recuperaciones y dados los gastos que tenemos— estamos proyectando que hacia fines del próximo año ya entremos en utilidad. Para todo el año (2020) va a ser un equilibro financiero de 0 y para el 2021 ya tener utilidades.
Fuente : El Comercio - Dia 1