lunes 11, julio 2016
El presidente del Banco Agropecuario – Agrobanco, Enrique Díaz Ortega, anunció que 27% de la cartera de colocaciones de la entidad al año 2019, será de productos verdes, en cumplimiento de sus objetivos institucionales de convertirse en Banco Verde. Hoy, la cartera verde está compuesta por el 10% de su portafolio.
Durante el V Seminario Internacional de Microfinanzas Rurales “Promoviendo el Desarrollo Forestal en el Perú”, Díaz Ortega sostuvo que para el efecto, han elaborado un nuevo Plan Estratégico Institucional, que contempla una ruta sólida con recursos y lineamientos que incluyen el financiamiento de proyectos integrales y sostenibles en el tema forestal y medioambiental.
Ante un auditorio de 300 representantes del sector empresarial, financiero, académico, cooperación internacional y estatal, el directivo dijo que Agrobanco ya inició este proceso financiando proyectos forestales y de agroforestería en comunidades nativas y concesiones forestales.
En ese sentido, destacó el interés de entidades internacionales para promover la inversión en este sector, como Greenwood Resources, de Estados Unidos, que anunció un fondo disponible de US 300 millones, para ser destinados como capital de inversión para créditos forestales en Perú, que sería a través de Agrobanco, que cuenta con líneas de crédito y asesoría especializada de la Agencia Francesa de Desarrollo – AFD, la Unión Europea, GIZ de Alemania, entre otras.
“Como Banco Verde, pretendemos ser un referente de buenas prácticas ambientales en el país, contribuir a la conservación de nuestra rica biodiversidad, financiar programas de reforestación y agroforestería en un sector de alto potencial”, señaló Díaz Ortega.
Agrobanco es la única entidad financiera que ofrece créditos forestales en el país y desarrolla un modelo orientado a pequeños propietarios, comunidades nativas y campesinas, que promueve el manejo asociado de especies forestales y agropecuarias.
La meta de Agrobanco es mejorar la sostenibilidad económica, social y ambiental, minimizando el riesgo crediticio, a través de prácticas ecoeficientes que permitan la disminución de gas de efecto invernadero, provocado por la agricultura intensiva y la tala indiscriminada.